viernes, 28 de agosto de 2015

Marcha a la comisaría 44 por la muerte de un vecino

¡JUSTICIA PARA FERNANDO!

MIRAR PARA OTRO LADO

A plena luz del día roban frente a la Comisaría 44°.
 
El Lunes 24/08 a las 12:30hs asaltan a un chico que estaba esperando en la parada del 106 de la plaza Paseo de Versalles, enfrente de la Comisaría 44°.
 
¿Al servicio de la comunidad?

viernes, 21 de agosto de 2015

HOY MARCHA POR FERNANDO

VIERNES 21/08 A LAS 18HS - MARCHA JUSTICIA PARA FERNANDO
En Juan B. Justo 9.100, Barrio J.F.Kennedy

Estaban robando a una chica y Fernando con unos amigos salieron a defenderla. A los 30 minutos pasó un auto Vento azul, sacaron un arma y le dispararon a Fernando.
Los familiares, amigos de Fernando y los vecinos piden ¡JUSTICIA!

 

domingo, 9 de agosto de 2015

MAESTROS Y VECINOS DICEN "BASTA DE VIOLENCIA"

Maestros y vecinos de Las Flores se unieron para decirle basta a la violencia

Todos se sumaron a la movilización convocada por la escuela Nuestra Señora de Itatí para exigir "vivir, enseñar y aprender en paz". Los tiroteos en la puerta del colegio suelen ser frecuentes.

Por Eugenia Langone / La Capital

http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/Maestros-y-vecinos-de-Las-Flores-se-unieron-para-decirle-basta-a-la-violencia-20150808-0041.html

La marcha marcó presencia, se hizo escuchar con redoblantes, sirenas y también tapas de cacerolas


“Nuestra Señora de Itatí sigue abierta” dijo casi en un grito Ariel Sarasiba, maestro de primaria, en medio de la plaza de Las Flores Sur y parado frente al resto de sus compañeros, padres, vecinos, alumnos, dirigentes del Sindicato de Docentes de Escuelas Particulares (Sadop) e integrantes de otras organizaciones y escuelas. Todos cruzaron ayer la Circunvalación, esa avenida que los vecinos remarcan como si fuera una frontera, y se sumaron a la movilización convocada por los docentes de la Escuela Nº 193 Nuestra Señora de Itatí para exigir “vivir, enseñar y aprender en paz”, un reclamo que llevaron estampado en una bandera por las cuadras del barrio.

   La marcha partió de la puerta de la escuela, en Flor de Nácar al 7000, en el corazón de Las Flores, y se llevó adelante a una semana de que se produjo un tiroteo frente al establecimiento que dejó 14 vainas servidas en la vereda.

   Meses atrás, otro violento episodio en la puerta del ingreso al nivel inicial, había puesto en alerta a la comunidad educativa, que remarcó que la escuela está ubicada en el centro de un territorio que se disputan dos grupos enfrentados que dirimen el conflicto a los tiros.

   El reclamo por más seguridad para alumnos y docentes fue llevado al Ministerio de Seguridad de la provincia, donde se acordó la presencia de una custodia. Sin embargo, ayer maestros, no docentes, padres, alumnos y vecinos dejaron en claro que quieren más que un patrullero en la puerta de la escuela. Por eso se propusieron sacudir las calles de su propio barrio, ese de cuadras y cuadras de zanjas tapadas y basura acumulada; y sobre todo hacerse escuchar más allá de la Circunvalación, marcando presencia y exigiendo “acciones que apunten a prevenir los hechos violentos”.
Pocos recursos. “No dejamos de bregar por políticas inclusivas”, remarcaron en el documento que se leyó en medio de la plaza, así como también afirmaron la necesidad de “fortalecer las instituciones que trabajan en el barrio, enriquecer sus recursos, potenciarlos y abrir nuevos espacios para chicos, adolescentes, jóvenes y adultos”.

   Paralelamente a eso, los recursos con los que cuentan las fuerzas de seguridad en la zona son hoy cuanto menos escasos. “La subcomisaría 19ª tiene apenas tres personas por turno y entre 15 y 20 presos que cuidar; y cuando pedimos patrullaje, nos dicen que tienen un solo auto. Entonces decimos: que lo hagan a pie”, reiteró ayer Graciela Cantoni, directora del establecimiento, con más de 700 alumnos entre el nivel inicial, primaria y secundaria.

   Y agregó que la Policía Comunitaria “al barrio no entra porque sólo está prevista para Las Flores Este, del otro lado de la Circunvalación”. La docente insistió en que el reclamo “es de toda la comunidad, porque a las cinco y media los docentes nos vamos y la gente se queda acá”.
Temor. Dos ex alumnas de la escuela que tienen dos y tres hijos, ayer acompañaron la movilización como vecinas del barrio y prefirieron no dar sus nombres. “Sin palabras”, respondieron cuando se les preguntó sobre las situaciones de violencia en el barrio y se lamentaron que sus hijos “tengan que crecer de golpe, quedarse casi sin infancia y sin posibilidad de estar y jugar en la calle, como sí pudimos hacer nosotras”.

   “Que te digan que a un pibe tuyo le pusieron un tiro, es fuerte”, afirmó Nerina, docente de Informática de la secundaria y delegada gremial, y recordó que hace ya dos años habían teniendo situaciones similares de enfrentamientos en la calle.

   En ese sentido, su compañero, Sebastián, también docente del secundario, planteó con enojo: “Es un barrio complicado, con distribución de drogas, no puede ser que acá no estén las autoridades de Seguridad de la provincia”.

   Los chicos no están ajenos. “El problema es después del mediodía”, contó Agustina, alumna de cuarto año y agregó: “Tenemos miedo, y si no es por uno, es por los hermanos, por un amigo”.

   Al paso de la movilización, los vecinos no dejaron de salir a la puerta de sus casas. Las maestras del Jardín de Infantes Nº 80 Río Paraná salieron a apoyar la movida, al igual que los que estaban en la Escuela Nocturna Nº 64.

   La marcha marcó presencia, recorrió las cuadras de los alrededores de la escuela, se hizo escuchar con redoblantes, sirenas y también tapas de cacerolas. Volvió otra vez al centro de la plaza Itatí e insistió en el reclamo del legítimo derecho a “vivir, enseñar y aprender en paz”.

NARCOTRÁFICO Y LA CONNIVENCIA POLICIAL

Narcotráfico en Argentina: el informe reservado que recibió el Papa

Narcotráfico en la Argentina. Relata la connivencia de la Policía Federal con el tráfico de drogas, el “sistema de recaudación” y la transferencia de dinero a las “cajas políticas”. Cómo operan las “cocinas” de cocaína. El alerta de Francisco por el auge del narcotráfico.

Marcelo Larraquy

http://www.clarin.com/politica/narcotrafico_argentina_Papa_Francisco_Anibal_Fernandez_efedrina_-cocinas-_de_cocaina_Villa_1-11-14_0_1408659483.html


“¿De qué modo puedo contar mi experiencia acerca de un país donde se genera una organización de narcotraficantes integrada casi exclusivamente por ciudadanos extranjeros y en el que estos están en condiciones de establecer un control territorial al que podemos llamar “territorio liberado ” a unos 6 km de la Casa de Gobierno? ¿Y cómo explico que estos narcotraficantes cuentan con una fuerza de choque, un ejército de más de 300 integrantes –la mayoría también de nacionalidad extranjera reclutadas entre antiguos miembros de las fuerzas de seguridad y militares del país de origen de esos criminales- y que hayan comenzado a producir clorhidrato de cocaína evolucionando gradualmente hasta llegar a tener 10 o más laboratorios que producen droga destinada tanto al mercado interno como a la exportación?”

Así comienza la introducción el informe reservado de 243 páginas que recibió el Papa Francisco durante este año, escrito por un ex asesor del Ministerio de Seguridad de la Nación, organismo en que trabajó en contacto directo con su entonces titular Nilda Garré, en el que detalla cómo se articula la connivencia entre las fuerzas de seguridad y el crimen organizado en la ciudad de Buenos Aires. 

El informe llegó a manos del Papa Francisco por intermedio del titular de la Fundación Alameda, el diputado de la Ciudad Gustavo Vera, reconocido por su lucha contra el “trabajo esclavo” y la “trata de personas” junto a Bergoglio, cuando éste era cardenal de Buenos Aires. La Alameda actuó como representante legal, en los juzgados federales de Sergio Torres y María Romilda Servini de Cubría, en la judicialización del informe. 

La reacción del Papa tras la lectura fue: “Hay que luchar para parar el narcotráfico en la Argentina”, según reveló Vera a Clarín el martes 4, antes de partir a El Vaticano para un nuevo encuentro con el Papa. 

Sobre el tema drogas, y en directa relación con el informe, Francisco alertó sobre el riesgo de la “mexicanización” y luego mencionó que Argentina “hace 25 años era un lugar de paso de la droga, hoy en día se consume. Y no tengo la certeza, pero creo que también se fabrica”. La opinión del Papa fue descalificada por el jefe de gabinete Aníbal Fernández (ver recuadro).

Desde inicios de 2012 y hasta la renuncia de la ministra en junio de 2013, Jorge Rodríguez -autor del informe sobre narcotráfico- fue informando a Garré, en forma regular, sobre cómo operaban las “cajas de recaudación de las comisarías de la Policía Federal” en distintos delitos organizados de la ciudad de Buenos Aires y también el encubrimiento de la producción y comercialización de la cocaína en la villa 1.11.14, del Bajo Flores. 

Además de viajar en varias oportunidades a Perú para conocer la organización de bandas de narcotraficantes, Rodríguez contó con la colaboración de “plumas”, como se los conoce a civiles que entran o viven en la villa y proveen información a la fuerza policial.
En vista de la inacción oficial, durante más de dos años, para romper el sistema de corrupción que denunciaba, Rodríguez escribió un informe sobre el “Laboratorio de cocaína en la ciudad de Buenos Aires. La protección del gobierno nacional, jueces, fiscales federales y fuerzas de seguridad”, en el que relata el procedimiento de las “cocinas” de la droga, y también publica el intercambio de correos con la ex ministra Garré y funcionarios del Ministerio de Seguridad.


Sistema de “protección” policial En su informe, Rodríguez desglosa en distintos rubros su denuncia sobre el narcotráfico presentada en el Ministerio de Seguridad.
“(...) En un primer ítem denominado “Cajas Recaudatorias de las Comisarías”, pasé a mencionar que desde tiempos inmemoriales las mismas se constituyeron en importantes cajas recaudatorias con financiamiento concreto, sistemático y permanente del Poder Policial y casi siempre también del Poder Político”. (...)


“ (...)En un segundo ítem titulado “Estructura de la Recaudación Policial, mencioné que durante décadas buena parte de la recaudación se originaba en el juego clandestino –quiniela y “garitos” básicamente– prostitución, traficantes de sustancias, coimas a vendedores ambulantes, actividades comerciales irregulares o cuasi delictivas y otros ilícitos menores, pero en los últimos años comenzó a desarrollarse en mayor medida una gran recaudación resultante de la producción y comercialización de clorhidrato de cocaína, junto a otros delitos mayores tales como “liberar zonas” y “arreglos” con piratas del asfalto. Mencioné concretamente que nuestro país dejó de ser “un país de tránsito” hace varios años –hecho que las autoridades negaron durante mucho tiempo y aún lo siguen haciendo- para pasar a constituirse esencialmente en un país productor de sustancias estupefacientes, tanto para consumo interno como para la exportación. (...)”
Rodríguez también relata en el informe el sistema de “transferencia” de las recaudaciones policiales, que va ascendiendo hasta llegar a sus “cajas políticas”. 


“(...)Distintas fuentes de información aseveraban que cada Comisario antes de asumir su cargo, debía “comprar” la Comisaría a determinado valor, no obstante existían versiones que contradecían este supuesto planteando que los pagos recién ocurrían luego de la asunción de esa Comisaría. También mencioné que cada Comisaría enviaba dinero a la Circunscripción –“la Zona” como se la conoce en lenguaje policial- la que incluye en general 6 o 7 Comisarías.

En segundo lugar, parte de ese dinero se transfiere a Dirección General de Comisarías –D.G.C.- como también a Superintendencia de Seguridad Metropolitana -S.S.M-. Por último los dineros resultantes de los delitos policiales eran y siguen siendo “girados” a Subjefatura y a Jefatura en Departamento de Policía. Estas “transferencias” eran y siguen siendo continuas y permanentes y presentan secuencias mensuales o a veces semanales como suele ocurrir en las fiestas de fin de año. (...)” 

“... otras fuentes sostienen que una parte importante de los fondos derivados a Departamento de Policía, tenían por destino el Ministerio de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, a partir de lo cual se habrían generado distintas “Cajas Políticas”. Tratando de formatear el esquema conceptualmente, podemos decir que la Comisaría retiene solo entre un 5 y un 10% de la recaudación realizada, aunque a veces se supera este guarismo conforme la capacidad del Comisario o del “Recaudador”. Muchas veces el “Recaudador” también llamado el “cajero de Dios”, es alguno de los dos Subcomisarios, hecho que se visualiza en especial cuando vemos en la misma Comisaría a uno de esos personajes durante 4 o más años, como ocurrió con Orellano en la Comisaría 34º y Florio en la Comisaría 16º.

La operatoria recaudatoria y la “transferencia de fondos” descripta, es homogénea en las 53 Comisarías que incluye la estructura de la Policía Federal Argentina, lo cual implica un carácter sistemático. El monto recaudatorio es directamente proporcional a la magnitud de la jurisdicción de cada comisaría y a la naturaleza de los delitos que se cometen en la misma. De manera que estamos en presencia de una situación psicotizante: en la misma Fuerza conviven Jefes Policiales totalmente corruptos por un lado y por el otro, miles de policías que se juegan la vida en las calles por sueldos miserables, con armas deplorables, sin chalecos antibalas o con chalecos vencidos y con una sola práctica de tiro anual en la que se les entrega solo 6 municiones para tal fin. (...)

Rodríguez describe las Brigadas de cada comisaría como “Unidades de Negocios”. “Los “delincuentes” que la integran, se la pasan haciendo inteligencia que no está destinada a la prevención del delito sino directamente a recaudar fondos, una suerte de inteligencia comercial”, detalla. “Están al tanto de todo lo que ocurre en la Jurisdicción: si abre un nuevo comercio al rato están enterados, en especial si el mismo tiene algún carácter irregular. (…).
Relativo a esto, revela la recaudación de las “protecciones a comercios”, que incluso pueden producir recelos internos en la fuerza.



“(...) Describí en detalle a la ministra (Garré) que un porcentaje importante de la recaudación de las Comisarías tiene por origen a las “quintas”, esto es, la venta de protección a comerciantes, que muchas veces surge luego de distintos robos producidos en los comercios. Es bastante común que los mismos Jefes manden a robar en los negocios y luego aparezca alguno de los dos Subcomisarios para “vender la quinta”. En aquel momento el policía parado en el supermercado chino, costaba unos 2000 o 3000 pesos por semana (la existencia de “solo” 50 “quintas” en una comisaría, implicaba un ingreso semanal de entre cien mil y ciento cincuenta mil pesos). En muchas ocasiones los tres primeros jefes de cada comisaría organizan “quintas” cortándose solos y a veces incluso se “chocan” entre ellos, lo cual termina provocando furiosas internas dentro de las mismas. En la jerga interna el Comisario es “el 5” y los dos Sub Comisarios son “el 4” y “el 3”. El Comisario Inspector que está al frente de “la Zona” se lo reconoce como “el 6”. (...)

Entre tantas otras comisarías, el asesor del Ministerio de Seguridad mencionaba la comisaría 34° “Constituye una de las mayores cajas recaudatorias del “Poder Policial” –algunas fuentes sostienen que se recauda más de 5 millones de pesos por mes– lo cual guarda relación directa no sólo con los elementos delictivos mencionados, sino también con la jurisdicción que le cabe en parte de la Villa 1.11.14 y en los Barrios Illia 1 y 2. (…)” Y también sobre la Comisaría 16º, “otra joya de la corona de la Corporación Policial”, en base a ilícitos que se producen en su jurisdicción, el barrio de Constitución.

La producción de cocaína en la Villa 1.11.14 (Bajo Flores).

En este punto, el ex asesor del ministerio de Seguridad revela cómo funcionan las “cocinas” de cocaína en “territorio liberado”: tres manzanas de la villa 1.11.14 con una estructura cuasi militar, de alrededor de 300 hombres, compuesta por “soldados” y “oficiales” que habrían pertenecido a Sendero Luminoso, la organización terrorista peruana, que operan con la “absoluta ausencia del Estado Nacional y de la Ciudad”.


“(...) Seguramente Sra. Ministra usted no está al tanto aún de las características técnicas de una “cocina”: en realidad son prácticamente laboratorios, su costo mínimo supera en general los diez mil dólares y si bien el armado de las mismas implica muchas horas de labor de varias personas, adquieren un carácter casi móvil ya que se las puede desarmar ante un “alerta” en algo más de media hora. Por lo demás, el hecho de que nuestro país esté “inundado” de “paco” indica algo que las autoridades negaron durante años: somos un país de producción de sustancias, que incluso las exporta”. (...)
En el informe, Rodríguez avanza sobre la geografía dominada por el narcotráfico y su metodología de venta.
(...) Las manzanas donde se asienta el territorio liberado peruano son las actualmente tipificadas como Manzana 11, 12, 13, 14, 16, 19, 21 y 22. Es un área de unos 40 mil metros. En gran parte de la misma está establecida la Organización Narcotraficante Peruana -ONP- con las 6 o 7 “cocinas” más grandes. 


(...) A los compradores, los “soldados” le hacen levantar la remera o el buzo para ver que no porten armas –en general no suelen palpar al visitante salvo que les resulte muy sospechoso como ha ocurrido conmigo- y se puede entrar caminando o en motos, en cuyo caso permiten el paso de a una persona solamente a marcha muy lenta y frenando en cada retén. En algunos lugares cada cien metros existen hasta 3 retenes, razón por la cual podría pensarse que se estaría ante la cercanía muy próxima de una o más “cocinas”. En caso de llevar mochilas los compradores, los “soldados” suelen revisarlas minuciosamente, ya que les preocupa sobremanera que puedan ser filmados. Por ese motivo suelen además exigir que se guarden los teléfonos celulares. Los “soldados” en general portan armas cortas en la cintura y a la vista y solo algunos llevan armas largas. Son asistidos por diversos “campanas” que les advierten de distintos potenciales peligros. Buena parte de los “campanas” están armados (...).


Integran también la mano de obra de la ONP los “punteros” o vendedores y los “corners”, que son vendedores similares a los anteriores pero que se ubican en las esquinas. De esta forma conviven en los mismos espacios los integrantes de la estructura militar y de la estructura comercial de la Organización. (...) A lo largo de la jornada pasan miles de personas -tanto compradores mayoristas como consumidores finales- en tanto los días jueves y viernes aumentan las transacciones en gran medida y suele venir gente desde 300 km y más también, para realizar sus compras destinadas a la reventa del fin de semana. Los sábados también se venden mucha cantidad al igual que los domingos, en este caso básicamente por los compradores que concurren a la Feria de Castañares y Bonorino, algunos de los cuales se internan a comprar las sustancias” (...)

Sobre la ubicación de las “cocinas” de fabricación de droga en la villa 1.11.14, Rodríguez especula en base a los obstáculos que se interponen en el “territorio liberado”.
(...)“En nuestro último ingreso a la Villa de esta semana y en relación a los otros ingresos de ya hace casi un mes, pudimos observar en las calles del Territorio, nuevos bloqueos tanto de empalizadas como de bloques de cemento o escombros para imposibilitar el ingreso de vehículos, como así también nuevas construcciones que vuelven a los pasillos mucho más estrechos. También pudimos ver toldos extendidos de un lado al otro de los pasillos y calles, como también techos de las casas prolongados hacia los mismos, que sin duda fueron realizados para dificultar la obtención aérea de muestras fotográficas. El “tabicamiento” y ocultamiento de esos lugares, podría estar indicando la existencia en la misma de “cocinas” o de “casas operativas”.

LA INSEGURIDAD TAMBIÉN PUEDE SER UN BUEN NEGOCIO

"Sangre Azul - Historia criminal de la Policía Federal Argentina". 
El libro de Rolando Barbano, periodista de Clarín, revela los puntos más oscuros de la Policía. Aquí, un adelanto.
La inseguridad también puede ser un buen negocio.

http://www.clarin.com/policiales/comisarias-recaudacion-ilegal-inseguridad-libro-sangre_azul_0_1409259110.html

A Oscar lo tenían cercado el miedo y la preocupación. Hacía unos meses que habían sacado al agente que llevaba años parado en la esquina de su negocio y la zona se había puesto pesada. Saavedra nunca había sido un barrio tranquilo, pero en el último tiempo habían asaltado a la mayoría de sus vecinos, en la avenida Balbín. Unos días antes, ahí nomás, le habían hecho una salidera bancaria a su esposa. Y ahora estaba esperando que en cualquier momento entraran a robar a su casa de empanadas.
Iba a hacer lo que fuera para que eso no ocurriera.

Fue un par de veces a la comisaría que le tocaba, la 49° y pidió hablar con el jefe. Pero nunca le permitieron verlo. Siempre lo recibía uno de los subcomisarios, que le decía que lo entendía, que la zona estaba brava y que no se salvaba nadie, pero que estaban cortos de personal (...).
Oscar no paraba de preocuparse. Los robos seguían y él empezó a ver movimientos extraños frente a su local. Luego contaría que era “gente rara”, que pasaba por delante de su negocio o se paraba en la vereda de enfrente y se quedaba mirándolo. Volvió a la comisaría, pero siguió sin respuestas.

Un día apareció en el local un hombre que se presentó como chofer del comisario. El aprovechó para transmitirle sus reclamos y el desconocido insistió con que estaban cortos de personal, antes de pedirle unas empanadas para su jefe.

La escena se repetiría varias noches, hasta que el chofer entró en confianza y le dijo a Oscar cómo funcionaba la cosa: si ponía entre 700 y 800 pesos por mes, podía tener un policía parado en la puerta todo el día. El se encargaría de pasar mensualmente a cobrarle y ya no tendría ningún problema (...).

A la farmacia de avenida Constituyentes le ocurriría algo similar, aunque más brutal. Sufrió dos robos muy violentos, en los que el dueño y los empleados la pasaron mal. Después del segundo, apareció en el negocio un tal Jorge, quien dijo ser el chofer del comisario de la 49°. En breves palabras, el hombre les explicó que lo que necesitaban era tener un policía en la puerta. Y que para lograrlo, tenían que pagar $600.
Marcelo, de la casa de pastas, también llegó al “servicio” de esta manera. Fue a la comisaría después de sufrir el último de varios asaltos, y de participar de reuniones vecinales. Arregló, empezó pagando 600 pesos y al tiempo Jorge ya se llevaba 1.000 cada vez que pasaba a verlo con su Ecosport negra.

El dueño de la distribuidora de alimentos, en cambio, entraría al sistema por propia voluntad. “Es un folklore del argentino”, explicaría luego, tras contar que hacía pagos de este tipo a la Policía desde “hacía treinta y cinco años” (...).

Otros pagaban con mercaderías y favores. El hotel alojamiento de la calle Miller entregaba vales canjeables por turnos en sus habitaciones, que los policías a veces usaban y otras cambiaban por dinero. Juan Carlos, dueño de una casa de ropa que había sido captado por Jorge luego de ir a quejarse varias veces a la comisaría por los robos sufridos, solía entregar mercadería a cambio del servicio que le daban. El chofer se la llevaba “para el comisario”, y de vez en cuando se quedaba con algunas prendas de más (...). Claudia, de la agencia de turismo, había entrado al sistema porque quería proteger a los clientes que iban a pagarle los viajes en efectivo. Ella no solo abonaba un canon mensual: en una oportunidad, tuvo que venderle al comisario un viaje a Brasil “al costo”.

La mecánica de la recaudación ilegal de la comisaría empezaría a quedar en evidencia cuando un cabo de la 49° se presentó ante el fiscal José María Campagnoli y denunció lo que ocurría. Más allá de su honestidad, tenía una motivación: como otros agentes, debía cubrir los puestos sin recibir un solo centavo.

El cabo explicó que, en la jerga policial, a los comercios que pagan para tener protección se los llama “quintas”. Contó que el chofer se encargaba de recaudar y que, si algún comerciante se negaba, “luego podía soportar un robo” (...). ¿Por qué ningún policía se había atrevido a denunciarlo antes? “Porque cagaban a tiros a su familia”.

El punto crítico llegó cuando se rebelaron los comerciantes que no pagaban. Los dueños de un locutorio de la avenida Crisólogo Larralde se cansaron y pusieron un pasacalles: “Gracias Seccional 49°, sufrimos cincuenta robos”.

Pero el sistema de recaudación no terminaba con las “quintas”. También cobraban por dar “habilitaciones”: permitirles a ciertas personas que hicieran negocios ilegales.

Uno de los negocios que tenían los policías en este rubro tenía que ver con los “manteros” que vendían DVD truchos (...). La “habilitación” también era pagada por el dueño de un puesto de choripanes de colectora de General Paz y Balbín. Además les cobraban a los que abrían las puertas de los taxis en la entrada del shopping Dot. Y a los “trapitos” que acomodaban autos allí. En el mismo shopping trabajaba para los policías una mujer llamada “Estela”, de profesión “mechera”: se dedicaba a meterse en negocios para hurtar lo que estuviera a mano (...). Los pagos que hacía a la comisaría eran en mercadería robada.
Había más. La otra modalidad de recaudación que descubriría Campagnoli era el “corte de boleto”: liberar a cambio de dinero a alguien que fue sorprendido en pleno delito o que cayó preso por casualidad y tenía pedido de captura. A través de las escuchas, el fiscal se enteró de que un hombre buscado por la Justicia —alguien que “estaba sucio”— había sido demorado en un control vehicular (...) y documentó cómo los policías estaban hablando con su abogado para dejarlo ir a cambio de dinero, cosa que concretarían tras acordar “darle una punta (un porcentaje) al jefe”. Luego, uno de los agentes arrepentidos contó cómo él y un compañero habían detectado una camioneta Fiat Fiorino que llevaba carne, pollo y cerdo sin refrigeración alguna, sin remitos, sin licencia sanitaria y con un conductor que tenía el registro vencido desde hacía dos años. A pesar de que éste les había ofrecido 500 pesos y les había advertido que tenía “un arreglo” con la brigada de otra seccional, lo llevaron demorado a la comisaría. Allí, el oficial principal los había recibido con un mensaje algo desalentador: “Gastaron tinta al pedo. Ya me llamó el principal de la brigada de la 42°”. La mercadería quedó seis horas al sol hasta que fue al lugar otra camioneta del mismo frigorífico y se la llevó.

Los métodos de recaudación –más allá de los vinculados al juego, la droga y la prostitución– se completaban con una última variante: las “paradas fantasmas”. La cúpula de la comisaría registraba en los libros la designación de distintos agentes para cumplir horas extras en diferentes esquinas de la jurisdicción a las que, por supuesto, no acudía nadie. Así, facturaban legalmente por trabajos que nunca se hacían (...). La inseguridad también podía ser un buen negocio.

viernes, 7 de agosto de 2015

REUNIÓN DE VECINOS - JUEVES 13 DE AGOSTO

Próximo JUEVES 13 DE AGOSTO nos volvemos a reunir en el salón parroquial Parroquia Perpetuo Socorro en Alcaraz 5740, a las 19:30hs.
Trae tu denuncia, la de tus vecinos para sumarlas al mapa del delito o reenvia este email a tus contactos.

 CONTACTO:15-6621-5919

Vecinos reunido contra la inseguridad

PERPETUO SOCORRO JUNTOS A LOS VECINOS

La Parroquia del Perpetuo Socorro brinda su espacio para que los vecinos puedan reunirse, denunciar y armar el Mapa del Delito.
Todos los JUEVES a las 19:30hs nos reunimos en el salón parroquial en Alacaraz 5740 para que traigan sus denuncias e invitamos a participar a todos los vecinos de Villa Real, Monte Castro, Villa Luro y B°Kennedy.

REUNIÓN VECINAL en el Perpetuo Socorro

VERSALLES EN ALERTA ROJA

Versalles es noticia, los vecinos no quieren acostumbrarse a los robos, entraderas, drogas, prostíbulos, secuestros, violencia, etc. y arman un mapa del delito de la zona que desmuestra el nivel de criminalidad, la inacción policial. Exigen una respuesta de las autoridades para resolver los problemas de inseguridad que sufre la zona de la juridicción de la comisaría 44°.

Nota: NOTICIAS URBANAS - Jueves 30 de julio de 2015, pág 14-15.

http://www.noticiasurbanas.com.ar/noticias/versalles-en-alerta-roja/
Vecinos agrupados dicen "Basta"

  
Vecinos indignados

LLUVIA DE BALAS EN VILLA LURO

De película: secuestro, persecución y tiroteo en Villa Luro

Cuatro delincuentes tomaron un rehén y abrieron una balacera con la policía; dos de los ladrones terminaron heridos.

El barrio de Villa Luro vivió una noche de película cuando cuatro delincuentes, uno de ellos menor de edad, secuestraron a una persona y la tomaron de rehén.

La policía enterada del hecho persiguió por un largo tramo a los delincuentes hasta la intersección de López de Vega y Morón, donde el auto de los ladrones chocó con otro vehículo estacionado. Los efectivos de la Federal, pertenecientes al Comando y a la Comisaría 44°, lograron librar al rehén luego de una balacera de más de 40 tiros.

Dos de los delincuentes fueron atrapados por la policía y los otros dos terminaron heridos. Fueron trasladados al Hospital Vélez Sarsfield y se encontraban fuera de peligro. Además, la policía informó que encontraron armas de grueso calibre.


Secuestro-Tiroteo-Persecusión en Villa Luro


http://www.lanacion.com.ar/1817067-de-pelicula-secuestro-persecucion-y-tiroteo-en-villa-luro

lunes, 3 de agosto de 2015

REUNIÓN VECINAL - 06 DE AGOSTO

 #Vecinos Agradecemos a todos los vecinos que pese a la lluvía, se acercaron y participaron el jueves pasado.

Este jueves 06 de agosto nos volveremos a reunir en el salón parroquial del Perpetuo Socorro, Alcaraz 5740 (entre Irigoyen y Cortina).
Reunión Vecinal en la Parroquia Perpetuo Socorro